lunes, 12 de abril de 2010

Los Zorreros...Una vida Digna

Mas que una historia hay una vida atrás de una carreta, hay sueños, aspiraciones y deseos de salir adelante,son personas comunes y corrientes; si, quizás con muy pocas oportunidades, pero al fin y al cabo son personas, son seres humanos que merecen ser escuchados y que merecen el mismo trato que cualquier otra persona.


Así es,es la vida de de un zorrero, o como prefieren que los llamen de un carretero, Don Guillermo Zambrano nos cuenta su experiencia en el reciclaje,lleva 45 años en esta labor, y por mas mugre que le siga sacando a las personas, vive a mucho honor de si forma de trabajo. Don Guillermo con sus 55 años que tiene, sus manos ya se encuentran un poco achacadas por el tragin y el paso de los años que por cierto le deja muchas marcas, con un pelo canoso y una cara que refleja sus vivencias en las calles, haciendo de la mugre algo útil para su vida. Con toda la experiencia que le a dejado el caminar y trabajar por las calles de Bogotà, Don Guillermo se hizo fundador de la Asociación de Carreteros de Bogotà (ACB).



Nos cuenta como con el paso de los años el trabajo de ser zorrero o carretero como se debe llamar a estas honorables personas, quiere ser estilizado, no cuenta que quieren imponerle que todo vehículo de tracción animal debería tener una placa y una licencia de conducción, ni que no supieran que la gran mayoría que se dedica a esto, es por falta de un estudio y porque nunca piso una escuela, que es el caso de Don Guillermo. Algunos también afirman que es por falta de oportunidades, que algunos de ellos hicieron la primaria pero en muchos lugares no los aceptan, es una cruel realidad que hay que ver con los ojos muy abiertos, es una ciudad que cada día le quiere cerrar la puerta a las diferentes formas en que forma la gente se la rebusca para tener el sustento diario, el como darle de comer a sus hijos y salir adelante ellos mismos.

Don Guillermo, un inalcanzable de las nuevas políticas solo pide que les den un trato agradable, merecedor por todo el esfuerzo que los carreteros hacen por vivir como una familia o persona del común, solo pide que alguien en esta ciudad ponga su granito de arena para que ellos algún día puedan ejercer su estilo de vida sin barreras y sin

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